miércoles, 7 de octubre de 2009

¿QUÉ ES UN PROFESOR?

Por José Luis López López

Dar una respuesta simple a pregunta tan compleja y profunda, no es tan sencillo como su mera estructura gramatical. Por lo común relacionamos este vocablo a la idea de que es una persona que enseña un arte u oficio. Socialmente se antoja mejor el concepto de maestro, que se preocupa por ayudar a aprender a otros. Aunque aquel que adopta realmente su papel y función como tal, no solo realiza la labor de instrucción, sus funciones y tareas son aún más amplias y polifacéticas.

A saber, el maestro[1] expone, explica, entrena, planea, dirige la clase, evalúa, califica, mantiene la disciplina, organiza los eventos cívicos y festejos más significativos, organiza asambleas de padres de familia, gestiona ante diversas autoridades, ser un buen comunicador, preocuparse por las mejoras materiales y subjetivas de la escuela, procura ser fuente de cambios positivos en el entorno del plantel educativo, en fin, realiza una labor holistica para ayudar a los alumnos a aprender y educarse: formarse.

A lo largo de mi experiencia docente las funciones que debe desarrollar un maestro son como las que a continuación me atrevo enumerar, es posible que sean aún más las que debe afrontar, porque ser maestro, rebasa lo que es un apostolado:

A. La función de instructor es la que por lo general, observamos dentro del salón de clase, ambiente escolar o aula, para ello debe asumir algún tipo de didáctica, de acuerdo a la respuesta que de, al cómo, cuándo, qué, en relación a la enseñanza-aprendizaje. Fomentar el amor a la cultura. La función de instructor es el caballito de batalla diario; es por así decirlo, su punto de partida y su derrotero cotidiano.

B. La función de motivador conlleva necesariamente una postura intrínseca derivada del quehacer que la práctica le genera, de la observación de todo detalle que concierna a los alumnos y su entorno, para dilucidar la mejor forma de lograr la motivación de querer adquirir un aprendizaje significativo de esa parte del binomio que genera el ciclo de la enseñanza-aprendizaje: el alumno. ¿cómo lograr motivar a aprender? Solo la constante superación y preparación del docente, su deseo de trascender en la vida de todos y cada uno de los alumnos que estén a su cargo, la confirmación de su vocación diaria, su compromiso pleno y conciente de la labor titánica que presupone tal tarea y ante todo su conciencia en si y para si, es lo que converge a convertirse en un gran motivador para los estudiantes.

C. La función de organizador en todas las actividades que le conciernen. Yo lo llevo más allá: el maestro debe ser un agente Proactivo de sus funciones. Porque no solo basta con planear, organizar, dirigir y ejecutar, hay que hacer que sucedan las cosas. Desde luego este concepto va conjugado con la disciplina personal para cumplir en la clase, la escuela, la familia y la sociedad. Parafraseando a Michael Jordán: “el trabajo tesonero y la férrea disciplina son la mitad de la llave del éxito en la vida familiar y profesional de todo ser humano”. La otra mitad de la llave es el método o métodos que se sigan para lograr que todos los problemas abordados en relación al proceso del aprendizaje, surtan el efecto planteado. ¡Hay que aprender a ser parte de un grupo de trabajo colaborativo y que éste es lo más importante!

D. La función de líder es quizás de todas, una de las que en ocasiones confundimos con otra que se define como caudillismo. El líder no solo dirige y guía, también orienta y alienta a aquellos que le siguen. El caudillo solo ordena y dirige. El líder logra imponer el poder de la mayoría pero con justeza y racionalidad, con equidad y armonía, con integración y desarrollo individual pleno, reconociendo a cada individualidad pero como parte de un todo que es a la vez una unidad dialéctica. Es líder y estratega.

E. La función de orientador que se deriva de la anterior, no es buen líder aquel que no logra dar una ayuda correcta a sus dirigidos. El maestro debe siempre mostrar una actitud correcta ante cualquier problema que los alumnos le lleguen a plantear abiertamente o que logre intuir por la simple observación en los cambios de conducta o de patrón de comportamiento, pero no pretendiendo hacer creer que todo lo sabe, sino determinar cuando es conveniente canalizar los problemas con un profesional o con quien realmente puede ayudar a resolverlos. Hay que ser humilde y modesto para pedir auxilio y asistencia a otras personas y no olvidar que el maestro no tiene poder omnipotente sobre el alumno, la escuela, la familia o la sociedad.

F. La función de arquitecto de la educación y el aprendizaje es quizás la parte que puede deleitar mucho a quienes nos dedicamos a esta profesión; ya que buscar siempre crear un ambiente de armonía y buen gusto, permite tener el entorno escolar propicio para que los alumnos y demás docentes empiecen a desarrollar el sentido de pertenencia. Como dice el dicho popular “de la vista nace el amor”. El maestro debe conocer también de decoración y disposición de espacios, de color y texturas, de iluminación, etc. De todo lo que a la vista le sea favorable al proceso de aprendizaje. Si no hay dinero, pues la creatividad y el deseo de hacer las cosas bien, rápido y a la primera, son la mejor manera de sortear este pequeño obstáculo. No olvidemos que los mejores centros de desarrollo del conocimiento son aquellos que a la vez son verdaderos ejemplos de arquitectura, confort y belleza. La educación no tiene que estar peleada con la estética y la funcionalidad.

G. La función de modelo se relaciona directamente con la de liderazgo ya que toda acción por mínima que sea, la estará observando el alumno. Por ello es recomendable la modulación y moderación bien entendida, para evitar caer en exageraciones y posiciones extremas que pongan en riesgo ese modelo que queremos sea positivo para los alumnos; el docente debe buscar siempre ser un buen comunicador, desarrollando siempre la facilidad de palabra y la congruencia de sus actos dentro y fuera del ambiente escolar. El buen juez siempre empieza por casa.

Soy un ferviente convencido de que México necesita cada día más, docentes con cualidades, cuantitativa y cualitativamente, más desarrolladas. Ante los retos, que el mundo hoy llamado globalizado, exigen para estar a la vanguardia en el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje. No podemos seguir esperando a que otros lo hagan por nosotros, tenemos con que y podemos hacerlo. Es una tarea preponderante la que debemos desarrollar para tratar de seguir teniendo egresados de las escuelas de formación de maestros normalistas con una actitud más humanista, con una identificación plena de su vocación, con la motivación de ir transformando el sistema tan corrompido que tenemos y sobre todo, con ganas de dignificar la labor docente; transformar la educación para que se hagan realidad los deseos y aspiraciones de quienes anhelamos un mundo donde todos trabajen por el bien de todos.



[1] Desde luego que quien se atreva a leer esto quizás prefiera el término docente.


¿Cómo percibo mi docencia?

Por José Luis López López

Para que sirva de referencia quiero indicar que trabajo en un Telebachillerato donde NO tenemos la categoría de maestro, estamos contratados como empleados de confianza tipo “C” (burócratas). Tengo que atender 8 diferentes asignaturas cada semestre y además no generamos antigüedad; en el lugar donde trabajo no hay las condiciones suficientes y necesarias para cumplir con todo lo que se exige a un docente.

Aclarado lo anterior yo percibo mi docencia como bastante aceptable, imparto las siguientes asignaturas: Matemáticas I, II, III, IV, V y VI; Física I y II, Informática I y II, Administración I y II, Formación para el trabajo en Contabilidad Modulo IV, V, VI y VII, Paraescolares: Voleibol y orientación educativa. Además atiendo el taller de Matemáticas dos veces por semana.

Para atender ese mundo de trabajo es necesario la aplicación de los tres niveles de evaluación: Diagnóstica, Formativa y Sumativa. Con base en la primera (diagnóstico) diseño una planeación con secuencias encadenadas de cada unidad y con sencillas instrucciones que deben desarrollar los muchachos en trabajo colaborativo, algunas actividades son individuales pero la mayoría son en equipo. Todo se realiza en el salón de clase. No dejo tareas, porque por lo general no las entregan y si lo hacen es por cumplir un requisito burocrático. Prefiero el uso de un portafolio de evidencias que esta integrado por: Evidencias de producto, evidencias de desempeño y evidencias de conocimiento. Aunque es matemáticas en su mayoría mis clases, empleo para algunos temas la Rúbrica, he notado que los muchachos se involucran tanto en cumplir durante el tiempo que trabajamos juntos, que al momento de aplicarles alguna prueba objetiva, ya no la ven como única y exclusiva forma de evaluar, se muestran en su mayoría interesados en participar ante sus compañeros para la resolución de los problemas propuestos, así como de la elaboración de conceptos y su consiguiente expresión matemática. Algunos se han quejado de que les incomoda la Guía de desempeño ya que la contestan ellos mismos con base los atributos que les explico serán evaluados durante el trabajo que plantea la secuencia. Otros se han quejado de que es mucho trabajo y que no se da oportunidad de platicar o relajarse un poco. Atendiendo a ello últimamente aplico algunas técnicas para relajar un poco a los grupos y luego continuar con el trabajo. Porque repito, no dejo tareas, todo se debe demostrar y desarrollar en clase y durante el tiempo necesario. Eso implica que quizá no abarque mucho pero si intento profundizar y que sea lo más significativo posible.

Yo me someto a la evaluación de los muchachos cada fin de semestre y a pesar de la fama que gozamos los maestros de matemáticas, ha sido aceptable el resultado.

La clase que más gozamos es la de física porque cada tema inicia y termina con una práctica, lo que permite a los jóvenes entender la importancia de la ciencia y su consiguiente alfabetización científica. Para ello los llevo al internet para que aprendan a obtener información y la procesen para diseñar su práctica.

Se que aún me faltó señalar algunas otras cosas, pero como verán es un mundo de chamba y encima de ello sin la suficiente infraestructura, pero la suplimos con imaginación y muchas ganas de hacer las cosas Bien, Rápido y a la Primera.

Mi confrontación con la docencia

Por José Luis López López

Como ya señale en mi perfil soy egresado de la Universidad Autónoma Chapingo como Ingeniero Agronónomo con la especialidad en Economía Agrícola. Desde que estaba en la carrera me dieron la oportunidad de brindar clases en una preparatoria popular, donde mi primer grupo era de adultos. Fue difícil por el conflicto generacional, pero al final fue muy gratificante, porque descubrí, que mi verdadera vocación era la docencia.

Me inicie como docente por una mera casualidad, buscaban un maestro de matemáticas y me tuvieron la confianza, tenía 18 años y el alumno más joven de ese primer grupo que atendí tenía 37 años. Así que ya se imaginaran como fue al principio. Fue una lección para toda la vida porque sin tener elementos ni idea clara del trabajo docente, me percate que si podía tener comunicación con los alumnos y lograr que adquirieran algunos conocimientos. Me tuve que adentrar en lo que es la pedagogía y sobre todo en la andragogia, la psicología educativa y algunos modelos educativos de entonces. Eso me dio fortaleza y sobre todo mayor seguridad para planear porque no lo sabía hacer ni nadie me ayudo o quiso hacerlo. Así aprendí que a veces es cierta esa afirmación que el vulgo maneja: “Maestro come Maestro”.

Aunque en honor a la verdad a lo largo de mi experiencia docente han sido mayoritariamente los maestros que me han ayudado y compartido su experiencia.

Luego de egresar de Chapingo me vine a vivir a Chihuahua, y desde 1997 trabajo en Telebachillerato, pero aquí, no creamos ni reconocen la antigüedad, pero a mi me a dejado un sin numero de satisfacciones el trabajar en esta modalidad. En 2003 junto con otro compañero maestro nos atrevimos a crear un Telebachillerato en la Colonia Campesina, en Delicias, Chih. Iniciamos clases en la telesecundaria de la comunidad por la tarde y ya hemos logrado la construcción de tres aulas y los baños en un terreno que tuvimos que pelear junto con los alumnos y padres de familia. Al principio hubo resistencia hasta del propio titular de educación estatal, a pesar de que el estudio de factibilidad era positivo. Como siempre incongruencias de nuestro sistema educativo. Eso es lo que me insatisface, que habiendo buenas propuestas para abatir el rezago educativo en el nivel medio superior, se pongan trabas y se trate de impedir que haya iniciativa de la ciudadanía para progresar. Pero lo hemos sorteado.

Actualmente somos un centro educativo reconocido por propios y extraños y le otorgo el congreso del estado un reconocimiento a la escuela por su labor. Eso me llena de orgullo porque es un fruto de muchos años de esfuerzo y sacrificio. Gracias también a mis alumnos y sus padres familia que no nos han dejado solos.

Ahora quiero probar que el enfoque centrado en el aprendizaje y el desarrollo de competencias para la vida es muy factible y que implica cambiar hasta el mismo modelo de escuela que tenemos: una escuela confesional, que reprime, que lejos de fomentar futuros ciudadanos sanos y juiciosos solo piensa de forma egoísta y que se ha vuelto un lugar solo de transmisión de conocimientos. Y para muestra un botón, los pésimos resultados en la Prueba Enlace en este nivel educativo, nos deja muy mal parados como docentes.

También hemos encabezado la lucha por un contrato de trabajo con prestaciones de ley, porque no lo teníamos, a pesar de que los 120 Telebachilleratos que hay en el Estado de Chihuahua, atiende al 15% aproximadamente del total de alumnos del nivel medio superior. Nos pagaban con un cheque beca. Pero desde el 2007 ya ha cambiado un poco esta situación, ya tenemos por lo menso un contrato anual. Ahora queremos la basificación. Claro con el argumento de que en nuestros centros educativos, a pesar de la falta de recursos, hemos sacado adelante el trabajo. Esta es otra parte de mi trabajo que me llena de satisfacción.

martes, 6 de octubre de 2009

Los saberes de mis estudiantes

Por José Luis López López

Antes de entrar en tema, quiero brevemente describir el lugar donde laboro. Desde hace seis años trabajo para el Centro de Telebachillerato “Heriberto Frías Alcocer”, ubicado en una colonia rural llamada La Campesina, en el municipio de Delicias, Chihuahua. De tal suerte que el grado de marginación de los alumnos que atiendo es alto: a pesar de ello, hemos trabajado muy duro mis compañeros maestros y yo para hacer de nuestro centro educativo, un incentivo para mejorar las condiciones de vida de la comunidad, ya que de otra forma no seguirían estudiando, a pesar de la cercanía con la mancha urbana de Delicias.

Ahora bien, en otro orden de ideas y de acuerdo a la consulta que realice con mis alumnos, sobre el uso que hacen del internet, aunque es muy esporádico, ya que no tienen computadora en casa, y solo lo hacen en un Cibercafé cuando tienen dinero y van a la ciudad, del total de alumnos que tiene la escuela 63, divididos en tres grados, primero, tercero y quinto semestres: 40 alumnos lo emplean para obtener música y videos de moda ( 63%); 12 jóvenes la emplean para tener información general y fotos y grafías en general(19%) y el resto -11- le dan un uso para comunicarse por medio del chat con amigos y familiares (17%).

Hemos establecido el compromiso de emplear las WebQuest para ampliar sus horizontes, para ello estamos realizando actividades, a fin de pagar la renta de una banda ancha, lo que permita contar con el servicio de internet en la escuela. Aunque solo tenemos tres equipos de cómputo. Comenzamos con primer semestre con una pagina que se titula “la Magia de las Matemáticas”, donde los muchachos ya investigaron trucos matemáticos y los exponen ante el grupo para luego explicarlo con lenguaje algebraico; empieza a dar resultados el trabajo de esta forma. Así también lo estamos haciendo con tercer semestre para la asignatura de matemáticas III (geometría analítica). Esto solo por mencionar algunos ejemplos, que considero da cuenta de la amplia gama en la que se puede emplear la Internet.

La forma de trabajo con esta herramienta tecnológica nos ha hecho pensar en que hay que utilizar la creatividad y la habilidad que tienen algunos de los muchachos en el uso de este recurso; por eso colaboraran para ayudar a sus compañeros cada vez que vayamos a un cibercafé, para que hagan uso simultaneo de una computadora por alumno, esto acrecentara la efectividad y productividad de todos.

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